Cargando un poco de MI mundo...
-Lo siento,
Dangy
-¿Lo sientes?
Pero si tu no tienes la culpa
-En parte si
la tengo, te dejaré unos días y al parecer tenemos mucho trabajo
- ¿Trabajo?
¿En qué otra cosa piensas aparte del trabajo, Mei?
- Lo harás perfecto,
eres un ser estupendo
Y se fue, se
fue por unas semanas y lo que más me duele es que dejaré de ver su sonrisa de
triunfos, que aunque no lo externe pide a gritos ser rescatada. Mei sigue
atada, es esclava a una vida de ambiciones y sueños, esos sueños que la hacen
pisar sus ideales para alcanzar el éxito, o el dinero. Ahora, soy el
responsable directo de las actividades de esta empresa, he aprendido mucho, no
sé si por observador o qué, pero me encanta ver en qué área se desempeña cada
persona de la empresa y sé que lo hago bien, me han dicho que no puedo
comentarles a ustedes de qué se trata todo lo que hacemos, pero es seguro que
necesito aprender mucho, y lo hago.
El día de
ayer observé a una chica con un semblante triste ¿Cómo puede trabajar alguien
así? A su lado un joven mal encarado, parecía que se hubiera peleado con la
vida en la mañana y daba lo que fuera por demostrar ese enfado, a mí no me dan
ganas de trabajar con personas así; tomé la decisión de platicar con ambos, pusieron
muchos pretextos del porqué estaban así, evadieron las preguntas y trataban de
tocar el tema por la superficie, opté porque debía ganarme su confianza y
ayudarles a no estar así, no me gusta que la gente sea así, tan superficial. En parte
estos dos chicos siempre me recuerdan a Mei, quizá de esa forma no la extrañe
tanto, ambos se empeñan por esconder lo que en realidad sienten y por mostrar
una cara diferente al mundo, pero no lo pueden evitar –Esa cara de tristeza y
la otra de enojos no se esconden tan fácil- pero la gente vive así, eso es lo
más triste. No los entiendo, enserio que no.
Recuerdo que
cuando era un monstruo pequeño y me preguntaron a qué me quería dedicar, yo
dije que quería hacerlos felices a todos, mi mentor me miró absorto y me dijo
que eso era IMPOSIBLE, pero que yo podía hacer feliz a todos los que me
rodearan, que tenía ese don y me enseño mil formas para demostrar aprecio por
los demás, me habló de la bondad, la humildad, me dijo que a pesar de ser
monstruos –porque eso es lo que somos- tenemos la capacidad de decidir si nos dedicaremos
a aterrar a los demás o de hacerlos nuestros amigos, me dijo que al momento de
escoger un mundo yo tenía que elegir uno en donde de verdad pudiera ser de
mucha ayuda y cuando nos enseñó la visión de cada lugar, yo vi el jardín de los
sueños de LU y parte de su mundo -me interesé mucho en él y elegí que ahí
quería hacer mi “servicio”- al llegar a esa parte de su mundo, Lu trato de
convencerme de que era una buena persona, yo no quería hablarle porque quería
observarla, no se asustó con mi apariencia, me regaló una sonrisa y luego nos
hicimos amigos, desde ese momento supe que aunque los humanos era unos seres
incivilizados, podrían dar una amistad sincera y yo en mi servicio podría
regalarles felicidad.
No recordaba cómo
había entrado a este mundo, en parte huí de todo lo malo que había entrado al
mío, una serie de monstruos 'Populares' en otros mundos nos estaban haciendo mala
fama a toda la comunidad, yo quería hacerlos felices, pero ellos no dejarían
que lo hiciera, mi mentor me incitó a que el mundo de Lu era el mejor para mí,
que yo podía limpiar el nombre de los monstruos y que podría hacer muchos
amigos; ahora creo que es verdad, siempre trato de regar la planta de amistad
con Lu, aunque ahora ella sea comida por la universidad y yo por el trabajo,
pero tratamos de darnos un tiempo para hablar, reír y comer ‘pizza’ –aún me resulta
muy curiosa esa palabra, pero tiene un sabor muy rico- también ha estado
componiendo más tonos para mi celular, y sigue marcándome la ropa con mi
nombre, casi me hace una marca exclusiva; y yo sigo preocupado por los demás.
Tengo que
hacer algo en la ausencia de Mei, que se vea una diferencia en lo que hacemos,
que la gente acuda a nuestra empresa porque en ella hay personas felices, que
van al trabajo a cumplir una misión y no solo a cubrir un tiempo.
Mi mentor
decía “Con amor y alegría, todo se puede en esta vida”. Le creo, y puede que
con esto Mei se alegre mucho y me dé una oportunidad para ser algo más que
amigos, que se dé la oportunidad de conocerme tal y como soy, sin apariencias
falsas, sin máscaras y sin ambiciones. Yo sé que el amor es algo fuerte, lo voy
a lograr.
Mientras lucharé por ganarme la confianza de esos dos -La chica se llama: Tannie y el joven Lorenzo- ellos tienen que contagiarme con el poco de magia que tenemos los monstruos, esa capacidad de transmitir lo que sentimos a los demás, tal vez eso los ayude a sacar todo lo malo que tienen y a mostrar una sonrisa al mundo a pesar de todo lo malo que hay en él, porque si algo aprendí en mi mundo es que a pesar de que el mayor de los monstros no apruebe la misión que elegiste, tu debes luchar por ella, porque tu mentor confía en tí y porque tú debes de defender lo que tienes en la mano para poder alcanzar lo que te propusiste, así que a aprovechar la ausencia de Mei en algo productivo. Espero traer buenos resultado. :D
Jajajá, Lorenzo.
ResponderEliminarQué bonita historia, amiga :3.