Cargando un poco de MI mundo...
Tras la lluvia de mi ventana, encontré una gota y un reflejo, quizá fue lo más maravilloso que pude encontrar, estaba guapísimo en diversos tonos de colores, era una belleza: Era mi reflejo.
En la agonía de la esperanza encontré que en mi interior se encierran mil respuestas que no tienen preguntan, que mis ojos perdieron el brillo especial del amor, que mi cabello está más rebelde día a día y que está incontrolablemente despeinado.
Pero un reflejo esconde más cosas, esconde secretos que a veces no planteas tener, esconde sueños y recuerdos...
Los recuerdos son interminables que hasta te sorprende ver tu reflejo y te das cuenta de cuánto tiempo ha pasado, el cambio está constante en todos y también ha pasado por ti porque ya no eres el mismo de antes... ni lo volverás a ser.
Bien o mal tu reflejo habla mucho de ti por ti, todo lo que tu no hablas contigo mismo y que tu reflejo inerte intenta comunicar.
Es cuestión de saber escuchar en el silencio a tu reflejo, considera amigo al espejo que te muestra un poco de ti, un poco de lo que tus ojos sin la ayuda de un espejo jamás alcanzarían a ver, una ventana para tu propia alma que derrocha un sinfín de emociones y sentimientos que también tú debes de ver, no te niegues esa oportunidad y considera un obsequio de la vida, el poder contemplar tu reflejo.
Solo debes aprovecharlo y mirar con precaución lo que en verdad tienes que ver y no lo que deseas ver, es tu reflejo, solo tuyo.
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