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¿Cómo
están todos?
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Mei,
qué gusto.
Regresó, y mi
corazón o lo que sea que lleve dentro aceleró a tal medida que las manos se me
pusieron frias, sentía las mejillas pesadas y llenas de calor, era todo un
tamal nervioso, un tamal tembloroso. La vi y se ilumino el universo, me paso de
todo…
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Pregunté
cómo estaban. – Casi lo tiro como si escupiera todo el odio del mundo
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Ah,
todo va muy bien.- Quizá para mí así era – Hice algunos cambios con el
personal, y nuestras ganancias han subido de forma increíble, llego a pensar
que tal vez se deba al reacomodo y a las ganas
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-¿Crees
que sea eso? – Me interrumpió de forma tajante
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-Lo
he valorado y así lo creo
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-¿Y
no crees que se deba a todo lo que yo realicé en mi viaje?
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Puede
que sean las dos cosas – Me notaba nervioso, era evidente que lo estaba- Pero
de eso podemos hablar en privado, de tu viaje.
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-Sí,
claro.
Digamos que
todas mis ilusiones se cayeron un poco al notar el humor de Mei, al parecer se
me iba hacer más difícil el propósito.
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-Lo
siento, Dangy
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-No
te preocupes, Mei ¿Cómo te fue?
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-Bien,
hice varias amistades que nos servirán para hacer crecer el negocio.
-
-Te
extrañé, pero en fin. Quiero que analices los nuevos cambios
Le di un
recorrido por la empresa que apuesto, llevaba meses y meses extrañando y que
ahora si tenía un poco de humor, vería el cambio que había en ella. Todos
saludaban a Dangy y a Mei mientras caminaban por los pasillos de la pequeña
empresa, unos se veían más felices que otros, Mei hablaba sobre la importancia
de las relaciones con otros empresarios famosos, y parecía que todo el camino
pasaba desapercibido para ella. Eso me ponía triste, al final regresamos a su
oficina y no pudo más.
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-¿Qué
les hiciste a todos?
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-¿Por
qué?
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-Están
felices. Eso es extraño en muchos de ellos.
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-Ah,
te decía que hice una reforma, cambié de puestos, el Depto de…-
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-Sí,
de eso ya me di cuenta- Me interrumpió cortésmente
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-Ok
Parecía
orgullosa de lo que había hecho, me dirigió una sonrisa que parecía decir “Lo
has hecho muy bien durante mi ausencia”. Pero recibí una llamada de Lu y tuve
que suspender un momento mágico.
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-¿Qué
pasa?
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-No
sé donde estoy, dangy.
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¿-Cómo
que no sabes? – dije mostrando claramente mi preocupación.
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-Es
que no sé, pero hay muy buena señal.- suspiró - ¿Cómo se llamaba tu mentor?
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-¿Mi
mentor? – titubeé
-
-Parece
que Ucloide es un nombre extraño, pero lo he conocido – soltó una carcajada-
tiene el pelo más maravilloso que he visto, y unos ojos de monstruo
increíblemente buenos.
No sabía que
pasaba con Lu, pero sabía que yo debía de hacer algo. Tenía que descubrir mi
completo ser con Mei, tenía que decirle la verdad, tenía que… ¿Y LU qué? ¿Le
harían daño los monstruos malos? Ay, eso sí es problema, tenía que cuidar de mi
primera amiga humana, pero antes debía de terminar con Mei. La misión más difícil, estaba llena de amor y de tanto amor incapaz de provocarle algún daño a Mei, a mi linda Mei.
¿Y qué pasó?
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