"Un mundo extraño"
No tengo ni
la más mínima idea de cómo llegué al mundo de Dangy, estoy segura de que este
es su mundo, o al menos eso es lo que pienso. Pues sí, acá Lu reportándose
nuevamente con todos. Para no dar detalles tan siniestros, redactaré cómo pasó
todo, o al menos lo que recuerdo.
Las
temporadas más bonitas de mi vida han sido las vacaciones, viajar es algo que
me fascina hacer, disfruto del viento, el clima, la naturaleza y en fin de
todo. Miraba yo el cielo, y leía un poco; de repente sentí que caía para
arriba, sí. No sé cómo explicarlo, porque tampoco caía, quiero decir que no los
deseo enredar, pero fue lo más extraño del mundo. ¿Alguna vez durmiendo han
soñado que se caen? La sensación que queda después de ese sueño es extraña,
casi así me sentía en ese momento.
De repente me encontraba sentada entre algodones con mi libro en la mano, más despeinada de lo normal y con una muy buen recepción de señal. No dude en llamar al único ser que podía comprender los cambios extraños: Dangy. Pero antes de que lo llamara, un asombroso pelaje llamo mi atención, algo brilloso.
Juraría que lo que brillaba en ese cabello, eran canas. Pero no sé a ciencia cierta qué significaba todo aquello. Era como si hubiera caído en los algodones atraída por algo y me atraía ese ser maravilloso, con sus ojos expectantes y de repente empezó a charlar conmigo.
-
-Pensé
que Dangy te tenía más informado sobre mi aspecto
-
-Ah,
ehm- titubeé - ¿Usted es su mentor?
-
-¿Importa
mucho quién sea yo?
-
-Tiene
el pelaje más bonito que yo haya visto.
-
-Gracias,
jovencita ¿Sabe usted pintar sonrisas?
La pregunta me dejo muy fuera de órbita. Pero ahí todo parecía fuera del cauce normal, así que no me preocupé mucho, conversamos sobre la felicidad, los humanos, los monstruos, historias magnificas que no estoy dispuestas a compartir porque me las contaron a mí, y serán mi tesoro. Pero llego la parte en que yo no sabía dónde estaba y mientras Ucloide se ofreció a buscar una bebida para mí, decidí hacerle una llamada a Dangy.
Quizá lo
preocupé mucho, pero la verdad fue que se me acabó la pila. Fue así como muy
tétrico o misterioso, y mi niña interior sonrió al comprobar que a lo mejor
todo perteneciera a una fantasía de mi loca cabeza, siempre he tenido una
imaginación estupenda. Pero mejor no avanzo a decir cosas de las cuales no
estoy segura, Dangy es más real que el perro que nunca tuve. Osh, eso es
molesto. Fue triste no tener un perro, la verdad. Pero son preocupaciones que
aseguro, ninguno de ustedes tiene.
Es algo más
como no tener la luz de la luna en una noche siniestra, y observando el lugar
donde me encontraba… me quedé perpleja. Había luz, pero no era la del sol y
mucho menos la de la luna, era una luz violeta ¿Era violeta? No lo sé, pero era
un color magnifico, es eso o mi adoración por el morado. Decidí levantarme y no
pude, estaba muy cansada y después de eso caí en los brazos del sueño.
<3
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