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4/03/2011

Historia de amor del monstruo I

Cargando un poco de MI mundo...

I El amor es uno de los más grandes misterios

Era un día tan normal como otros, yo me encontraba un poco distraído porque estos últimos días LU había tenido unos cuantos problemas y me necesitaba más que nunca, pero yo parecía tener la cabeza literalmente en la luna, ni siquiera yo sabía dónde estaba.

Casi no salgo al mundo exterior porque tengo que utilizar una especie de disfraz para transformarme en uno de ustedes (Humanos). Por lo regular siempre me la paso observando al mundo o leyendo, pero ese día necesitaba yo aire puro del que ustedes respiran y decidí salir, algo me motivo a hacerlo.

No camine más de tres cuadras después de bajar de la combi que me llevaba al parque, cuando la vi, no fue amor a primera vista. No lo fue, porque tropezamos y me cayó tan mal su forma prepotente de hacerme ver que yo era el culpable de dicho encuentro, como había dicho antes yo estaba muy distraído, y soy alguien pacífico, LU dice siempre que soy diferente a los de mi clase, alguien muy reflexivo y audaz para salir de los problemas.

-¿No me estás oyendo?

-Disculpe, no era mi intención herirla

-¿Herirme?- Rio entre dientes –Apúrese a recoger mis cosas, es lo mínimo que puede hacer después de haber tropezado conmigo.

Vaya tipa, recordando un poco todo el asunto, ella fue la que tropezó conmigo y no al revés, pero de igual forma la ayude a levantar sus artículos de belleza, todas esas cosas que utilizan las mujeres para arruinarse la cara… aunque ustedes dicen que es para verse mejor y todo eso, pero ¿Acaso no saben todo los daños que trae a la larga el uso excesivo de maquillaje?, estoy de acuerdo en que las mujeres humanas se arreglen para lucir hermosas pero tampoco que sean abusivas con el uso de maquillaje.

Jamás había visto tantos productos de bellezas juntos, lo único que pude reconocer después de estar en contacto con una mujer humana un tanto extraña fue: rubor, mascarilla en color negra para pestañas, sombra para párpados, y muchas cosas más.

-Mmmm

-¿Qué?

-Tengo prisa joven, soy alguien muy ocupada y usted está quitándome el tiempo

-Pues si tanta prisa tiene, ayúdeme a recoger todo esto

-Ah, mejor esperaré a que termine

Aparte de todo… floja. Quise cuestionarla por su mal comportamiento, pero hacer entender a un humano de su error es toda una odisea. Y para ella yo la estaba hostigando hasta mas no poder.

-Vaya, ya era tiempo

-Mucho gusto, me llamo…

-Dangy- interrumpió –Lo leí en su gorra, en su camisa…- Bajó la mirada un tanto sonrojada

-Ah

Había olvidado que LU etiquetaba mi ropa, bromeando que no me fuera a perder en este su mundo paralelo al nuestro. Me había dado gorras, camisas e incluso tenis con mi nombre serigrafeado, bordado y pintado. No pude evitar esbozar una sonrisa tonta recordando a mi única amiga humana.

-Lo sé, le sorprende mi poder de deducción

- ¿Perdón?

- Apuesto que he sido la única en reconocer que era su nombre y no una marca de ropa, pero es que bueno, usted comprenderá que yo sé todas las marcas que existen y se que Dangy no figura en las marcas, ni siquiera en las más impopulares.

Lu me había hablado de las chicas superficiales, pero no sé porque sospechaba que ésta estaba rebasando los límites puestos por LU, pero acerté a responderle.

- Mi amiga es la encargada de hacer esto, no sé si sea una marca o no, pero me fascina ponerme todo esto y lucir sus diseños

- Pero, ¿Si se llama así?

- Ah, sí… ese es mi impopular nombre que no figura en las marcas actuales

- Yo me llamo Maitanaé, pero puede decirme Mei- Sonrió – Todos me llaman así.

Yo tenía que irme porque me estaba poniendo algo nervioso, algo en mi bolsa empezó a vibrar y a chillar la canción de “Celu, celu, celular”.

-Permíteme

(Contesta el teléfono)

LU: ¿Ya te perdiste?

D: No, aún no.

LU: Me tomé la libertad de ponerte un celular, en este mundo no hay comunicación telepática y tampoco existe la rapidez de las cartas que pasan de flor en flor, me alegra recordar que te enseñe a utilizar algo de tecnología

D: Gracias, eres la mejor amiga en este planeta.

LU: Lo sé, jaja y tú mi mejor amigo en nuestro mundo.

(Cuelga el teléfono)

-¿Así que tu nombre es Mei?

-Sí, oye Dangy dame tu número, yo tengo que irme a trabajar y se me hace tarde

Trabajar, era ir a un lugar a sentare por largas horas para poder obtener eso que llaman dinero y lo ganado era para poder moverse en este mundo… o algo así. Nunca supe bien todo lo que hacen para poder tener dinero y mas tarde gastarlo, me gusta más ir de recolecta y cultivar nuestros propios alimentos, nada de sufrir por no tener dinero y cosas así.

-Dangy!

-Lo siento, no me lo sé.

-Haber préstame tu celular

Estaba yo hecho un mar de nervios, solo había cruzado palabras con LU, y con los señores de los puestos pero el platicar con un humano desconocido era totalmente extraño, la experiencia con LU era ya algo vieja, el ganar la confianza mutua fue toda una proeza y entablar una verdadera amistad lo fue mas. Le di el Celular

- Oh un Smartphone, nada mal para no saber usarlo

Me lo entrego y dijo que había anotado su número en mi lista de contactos, no le dije mas porque no tenía idea de que significaba eso, con trabajo y sabía que el botón verde era para contestar llamadas, y que cuando había una cartita en mi display tenía que ir a la opción mensaje y abrir bandeja de entrada.

Se despidió y me dio un beso en mi mejilla, agradeció la ayuda y yo me quede ido, fijo en la figura que se veía partir… LU no me había hablado acerca de las cosas que se sienten dentro de uno después de un beso en la mejilla por alguien del sexo opuesto. Ella me tenía que dar serias explicaciones y tenía que aprender a utilizar el celular, y tenía que trabajar para tener dinero y pagar mi combi, porque LU ya no me seguiría dando para todos esos gastos.

Aunque LU era mi mejor amiga, algo me decía que no tenía que contarle de mi encuentro con Mei, esto solo haría que se concentrará en mis problemas anti-humanos y todas esas cosas y ella tenía muchas cosas en mente. Así que guardaría silencio… el silencio que me haría caer en la perdición… debí contarle a LU todo, pero no lo hice y ahora me arrepiento.

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