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6/04/2012

Tras la espera de la conexión

Cargando un poco de MI mundo...

La crueldad distingue al ser humano en todos los sentidos, uno camina y se encuentra con que la vida no es a cómo esperábamos, y siempre esperamos algo más de ella, pensamos que al caminar habrá algo más que vida, que viviremos soñando con las entradas del destino, que lucharemos pensando que todo lo peor pasará y que no habrán límites que detengan nuestro propio intelecto.

Pero de repente reaccionamos y nos damos cuenta que tenemos corazón, un corazón que no deja de latir, latidos que viven por muchas personas que apreciamos. Pero en especial gira en torno a una, suelen pasar muchas cosas, confusiones, miedos.

El monstruo interior nos invita a hacer de las nuestras, dejarlo todo, decir adiós al mundo entero y huir a los brazos de ese ser especial, pero el sentido común no te deja salir, pero también tu corazón hace algunas jugadas y bromea un poco con el cerebro, para desconectarse un rato, para perderse ¿Y qué pasa después? Eres un mar de confusiones, tu corazón late por uno, tu mente piensa en otro y tu monstruo cree que eres de lo peor.

Lo peor de todo es que reconoces que te has topado con la situación menos esperada de la vida, cuando no hay conexión entre el cerebro y el corazón, ocurren demasiadas desgracias, se desploma el mundo entero y nos encontramos con terroristas que exterminan corazones, lo peor de todo es que tu monstruo interno sabe que el corazón que no resultará ileso tras la batalla, es el tuyo... está desconectado; en verdad lo está, vive y late para una persona, pero tu mente reacciona de otra forma y piensa -suerte tendrías que pensara en la misma persona por la que tu corazón late... ¿Pero si no es así?- piensa en las múltiples posibilidades de intentarlo, y la mente es desesperada, mientras que el corazón lleno de amor es paciente.

Tu monstruo corre por las venas y se apropia de tu vida, de tu mente y de tu corazón, pero los mantiene desconectados ¡Ha tenido un plan! Sí, acabar contigo mismo, acabará a cómo pueda con tu vida, le perteneces, se desata y corre por todo su ser -o parte del ser que habita en ti- una sed de aplastar a los demás, mientras disfrutes de la vida. Algunos llamarían esto ser multifacético, pero en la vida real, sabemos que todos somos malos, que tarde o temprano te enterarás que eres un monstruo, que haces daño, pero también hay un humano que lucha contrarrestar todo esto, lamentablemente está tan agotado con la vida que lleva, que le ha dejado el control completo de TU cuerpo al monstruo, se ha dado por vencido porque no sabe que hacer con tanto corazón y tanta mente.

¿Qué haces? ¿Corres? ¡Estás atrapado! Cambias el tema con todos tus órganos, el humano intenta negar que lo que pasa a su alrededor es culpa del monstruo, ese que dejo crecer entre sus pieles, el que le arruina la vida no solo a él, si no ha muchos más y lo deja ser cuál niño con juguete nuevo con todos los antojos que desee. Y aquí está él, dándose vacaciones de su propio cuerpo, tomando un café para olvidar que el monstruo lleva el control y que la mente y el corazón se despedazan a sí mismos.

Tarde o temprano el humano tiene que despertar, así como un día el monstruo despertó.

Ahora solo estamos esperando el momento en que despierte... será una larga espera...

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